La Proteína, mitos y realidades

por ®Salud Ancestral

 

Empecemos este artículo formulando y respondiendo dos preguntas claves:

¿Son necesarias las proteínas en la dieta?

Sí.

¿Son necesarias las proteínas en elevadas cantidades en la dieta?

No.

Con estas contundentes afirmaciones comenzaremos la exposición del tema de las proteínas sobre el cual sin duda existen muchos mitos y desinformaciones que provienen con frecuencia del ámbito de algunos expertos, médicos y nutricionistas.

Las proteínas, constituidas de aminoácidos, son bloques constructores de las estructuras de la vida y por lo tanto esenciales, no se puede prescindir de ellas. Las proteínas proceden inicialmente del reino vegetal, ya que las plantas sintetizan todos los aminoácidos esenciales, los cuales muchos animales incluido el hombre no pueden sintetizar por sí mismos.

Pero aunque es cierto que las proteínas en la dieta son esenciales lo que es completamente falso es que el ser humano las deba consumir en los alimentos en muy altas proporciones, como un macronutriente. También es totalmente falso que las proteínas completas solo provienen del reino animal.

Esto se ve desvirtuado sin más al observar las dietas de los animales más fuertes y musculosos del mundo. Ninguno de ellos consume altas cantidades de proteína y tampoco consume proteínas provenientes de los animales, solo del reino vegetal. Estos animales únicamente consumen las proteínas presentes en pastos, hojas, vegetales y frutos. Tal es el caso del gorila, el caballo, el elefante y el toro.

Animales que consumen mucha más proteína como por ejemplo un lobo, un neto carnívoro que se alimenta principalmente de proteína animal, no destacan precisamente por su musculatura o fuerza. Y ciertamente un león, un animal más grande que un lobo y otro neto carnívoro no posee ni el tamaño ni la fuerza ni de un gorila ni de un toro, animales frugívoro y herbívoro respectivamente, que consumen muy poca proteína en sus dietas.

Hay que notar que todo el sistema digestivo de los carnívoros desde los dientes, la saliva, los ácidos que secreta el estómago y el tracto intestinal son completamente diferentes a los de los humanos. El animal carnívoro está preparado para cazar, desgarrar, morder y masticar la carne de otro animal y luego de eso sus ácidos estomacales están preparados para digerir y descomponer la proteína de la carne en aminoácidos rápida y fácilmente. Después de pasar por el estómago la carne llega a los intestinos del carnívoro los cuales son muy cortos y sin filamentos a diferencia de los del ser humano, para que los nutrientes sean asimilados y la carne pase por allí muy rápidamente y sea excretada antes de que se pudra. El hombre en cambio tiene un intestino muchas veces más largo y con filamentos internos para asimilar nutrientes correctamente de frutas y hojas, propio de un frugívoro neto. Vemos así como el ser humano no está preparado de ninguna manera para consumir y procesar proteína animal de manera natural, con la fisionomía que posee naturalmente. Hay pues que buscar otras fuentes más asimilables.

Por otra parte la proteína en el cuerpo humano no actúa de manera aislada. Si uno come una gran cantidad de proteína pero no consume suficientes grasas, enzimas, minerales o clorofila por ejemplo, entonces ésta tampoco podrá ser aprovechada, puesto que el cuerpo utiliza la proteína en una sinergia entre varias sustancias.

Incluso la dieta de la mayoría de personas hoy en día excede y en muchos casos duplica los requerimientos proteícos básicos recomendados por las autoridades de la salud, las cuales tampoco suelen ser fuentes de información muy confiables. Por tanto es posible que la mayoría de personas excedan varias veces la cantidad de proteína que necesitan al día, mientras que carecen de muchos otros nutrientes esenciales, vitaminas, clorofila, minerales, grasas saludables, enzimas y probióticos.

Sectores de la industria con intereses particulares, pero no en la salud de la población sino económicos, como el de los cárnicos, los lácteos y la soya han tratado de difundir la idea, con ayuda de estudios contratados y subsidiados frecuentemente por los gobiernos, de que necesitamos grandes cantidades de proteína diariamente, siendo esto completamente falso, sin base alguna en la fisiología y necesidades del ser humano.

Incluso la mayoría de dietas vegetarianas y veganas hoy en día no carecen de proteína, sino que incluso exceden los requerimientos oficiales. Sin embargo puede que en algunas de estas dietas sí estén ausentes algunos aminoácidos esenciales si no se toman superalimentos que los contengan o bien una mezcla de varios alimentos vegetales ricos en proteína. Si bien la proteína no se debe consumir en grandes cantidades sí deben estar presentes en la dieta todos los aminoácidos esenciales.

Por supuesto que los requerimientos de proteína varían de acuerdo a un organismo a otro. Algunas personas requieren mucha más proteína que otras en función de su actividad física y de su metabolismo. Pero en ningún caso la ingesta de proteínas debe sobrepasar la ingesta de clorofila o grasas saludables.

Mientras que la leche materna contiene apenas un 1% de proteínas contiene en cambio un 5% de grasas, y aun así un bebe crece más rápidamente que nunca después en su vida en sus primeros meses de vida en base exclusivamente a este alimento.

La proteína no debe ser considerada como un macronutriente, como suele serlo en las caducas teorías nutricionales del siglo XIX y XX. Los macronutientes que el cuerpo humano naturalmente necesita son los azúcares, la clorofila y las grasas, en proporciones más o menos iguales, dependiendo de cada cuerpo.

Las proteínas deben estar presentes diariamente en cantidades mucho menores a estos tres macronutrientes, junto con las vitaminas y los minerales. La razón es que el cuerpo no necesita ni puede aprovechar una cantidad muy grande de proteínas en razón a la fisiología natural frugívora del ser humano.

Comer demasiadas proteínas por un tiempo prolongado por otra parte puede generar graves problemas de salud, como daño renal y hepático entre otros. Esto es verdad en especial si se trata de proteínas de la carne, puesto que son de muy difícil digestión y absorción y por tanto sobrecargan estos órganos, acidifican en exceso el organismo y contienen ácido úrico, además de producir numerosos desechos metabólicos.

Ahora bien, los aminoácidos esenciales, los cuales no pueden ser producidos por el propio cuerpo y deben obtenerse a través de la dieta están todos presentes en el reino vegetal. Algunos alimentos incluso contienen todos los 8 en sí mismos, desmintiendo la teoría de que solamente en la carne encontramos proteínas completas. La espirulina es una fuente de aminoácidos completos, al igual que las semillas de chía y de cáñamo. La espirulina es gramo por gramo la fuente más alta del mundo de proteína completa y asimilable por el cuerpo, siendo hasta un 70% de su peso proteína, seguida por la semilla de cáñamo, con un 40%. En comparación la carne de vaca tiene apenas un 20% aproximado de su peso en proteína.

Además una combinación de hojas verdes, semillas y nueces nos proporciona todos los aminoácidos esenciales que necesitamos. La espinaca, la col rizada, las almendras, las nueces del Brasil para citar solo algunos ejemplos, son excelentes fuentes de proteínas vegetales.

Los cereales y las legumbres no son necesarios, puesto que contienen muchos antinutrientes y son de muy difícil digestión y asimilación. Se pueden comer a veces, claro, pero no deben ser la fuente principal de proteínas. Especialmente se debe evitar el trigo en todas sus formas, sea integral o no, el cual aparte de ser modificado genéticamente desde hace décadas, eleva el azúcar de la sangre más que prácticamente cualquier otro alimento conocido y es causa de múltiples dolencias.

La soya, tan publicitada por la industria por su alto contenido de proteínas, debe ser completamente evitada debido a que es modificada genéticamente, a su alto nivel de fitoestrógenos que alteran las hormonas y envejecen, a sus inhibidores enzimáticos que impiden su correcta digestión y al contenido de ácido fítico que se enlaza a los minerales y los expulsa del cuerpo causando problemas de desmineralización.

Las proteínas de la carne, aunque contienen más cantidad y variedad de aminoácidos deben ser descompuestas en sus aminoácidos básicos y son de muy difícil digestión y asimilación. Esto se une a la cantidad de desechos y toxinas que la carne animal genera en el organismo, por tanto haciéndola una fuente mucho menos que ideal de proteína y de otros nutrientes.

Las proteínas en la leche pueden ser aprovechadas correctamente por el cuerpo, desde que esta sea cruda, no pasteurizada, de una fuente orgánica, de animales libres que pasten. Especialmente los fermentados de leche como el kéfir son altamente asimilables por el cuerpo debido a su alto contenido de probióticos, enzimas y a que las bacterias han digerido gran parte del azúcar de la leche, la lactosa. La pasteurización de la leche desnaturaliza las proteínas haciéndolas poco asimilables, daña sus enzimas, vitaminas y minerales, además de destruir sus bacterias probióticas,  volviéndola tóxica. En cualquier caso la leche, aun cuando un alimento completo y denso en nutrientes tampoco es esencial puesto que no es natural para el ser humano, y en realidad tampoco es natural para ningún animal tomar leche una vez destetado.

Por tanto las mejores fuentes de proteína diaria son las semillas, nueces, hojas y algas. Entre los alimentos más recomendados como fuentes completas y altamente asimilables de proteína encontramos: la espirulina, las semillas de chia, semillas de calabaza, las semillas de cáñamo, semillas de ajonjolí, las almendras, las nueces del Brasil, los pistachos, las nueces de macadamia, las espinacas, la col rizada, las coles de Bruselas, los champiñones y setas. Igualmente algunas frutas aportan proteínas en moderada cantidad como por ejemplo el coco, el plátano, los dátiles y el aguacate, haciéndolas frutas ideales, además de por su valor proteico, por su gran aporte de grasas, vitaminas y minerales.

Dicho esto y expuesto nuestro punto de vista sobre las proteínas en la dieta, debemos concluir que sin duda hay mucho que revaluar de las tradicionales enseñanzas sobre nutrición provenientes de las fuentes oficiales, teniendo en cuenta la observación de la naturaleza y del propio cuerpo, cosa que ninguna autoridad o experto puede desmentir con ningún estudio o teoría. Lo evidente no puede ser ocultado para una mirada atenta y libre que se basa en la perfección de la naturaleza, la cual no puede ser imitada por las ideas y creaciones humanas. Los mitos construidos alrededor de la nutrición y la salud tarde o temprano caen, revelando los engaños propagados por la industria. Esta es una época en que todo lo oficial, lo viejo en el campo de la salud y la alimentación se está revaluando y la tendencia general es volver a lo natural, al origen, para bien de todos, para que recuperemos nuestra salud ancestral.

 

Fuentes de Consulta:

La Antidieta, libro de Harvey y Marylin Diamond

The Sunfood Diet Success System, libro de David Wolfe

Artículo sobre las proteínas del Comité de Médicos para una Medicina Responsable: http://www.pcrm.org/health/diets/spanishvsk/el-mito-de-las-protenas

Artículo sobre los mitos de los requerimientos de proteína del portal Omicrono: http://www.omicrono.com/2012/11/nutrimitos-3-mitos-sobre-las-proteinas-y-la-ganancia-de-musculo/

Recopilación de estudios científicos sobre los efectos nocivos de la soya: http://www.second-opinions.co.uk/soy-online-service/07abstract.htm

Entrevista a Mark Macafee sobre la diferencia entre la leche cruda y pasteurizada: https://www.youtube.com/watch?v=caRUC_sOasc

Articulo sobre las proteínas de la revista Vogue: http://www.vogue.mx/belleza/bienestar/articulos/cuanta-proteina-consumir-al-dia/6155

 

®Todos los derechos reservados, Salud Ancestral 2016

La Spirulina,uno de los mayores Superalimentos

por ®Salud Ancestral

 

Un alimento destaca entre todos los conocidos por algunas de sus cualidades beneficiosas únicas para la salud y una densidad de nutrientes muy inusual, el alga spirulina, la cual tiene una antigüedad de al menos tres mil millones de años sobre la Tierra, siendo uno de los primeros alimentos que existieron, y la cual deriva su nombre de su forma en espiral. Se trata de una microalga que crece naturalmente en lagos y cursos acuáticos de aguas alcalinas donde no proliferan otros organismos ni microorganismos, haciéndolo un alimento muy limpio, a diferencia de otras algas que pueden provenir de aguas contaminadas, ya que no se somete tampoco a ningún proceso, solamente el secado para comercializarla.

Es un alimento tan denso en nutrientes que bien se podría sobrevivir en base solo a él durante un buen tiempo. De hecho fue declarada en 1974 por la ONU como el alimento del futuro, en 2008 por la UNESCO como el alimento del milenio y se ha propuesto por parte de estas organizaciones como solución al hambre y la desnutrición mundiales, habiéndose ya implementado algunos programas en base a ella. La espirulina fue usada por muchas poblaciones desde hace miles de años en especial en México y en Africa como su fuente principal de proteína.

Los Aztecas reverenciaban la espirulina, la cual consideraban un superalimento y la comían mezclada con cacao crudo.

Recientemente la espirulina ha sido utilizada por atletas de alto rendimiento para mejorar su desempeño, resistencia y su masa muscular y ha sido suministrada como suplemento por la NASA a astronautas en misiones espaciales.

En cuanto a sus cualidades podemos enumerar muchas. Para empezar la espirulina es el alimento entre todos los que hay sobre la Tierra con más alto porcentaje de proteína, con hasta 70% de su peso neto compuesto por aminoácidos, 18 en total incluidos todos los esenciales. En comparación la leche, los huevos y la carne, que usualmente se usan como referencia de los alimentos más ricos en proteína, tienen máximo el 20% de su peso total en proteína.

Además la espirulina es una proteína totalmente asimilable por el cuerpo humano y se aprovecha unas 4 veces mejor que la proteína de origen animal, la cual además viene contaminada regularmente por hormonas, antibióticos, pesticidas y se obtiene con gran crueldad y explotación de animales y recursos naturales.

La segunda cualidad que resalta de la espirulina es su capacidad de construir, oxigenar y regenerar la sangre debido a su altísimo contenido de clorofila, su alto contenido de hierro y una sustancia llamada ficocianina, un pigmento azuloso que induce la creación de los glóbulos rojos y blancos en la sangre a través de la hematopoyesis.

La espirulina es una de las fuentes más altas de hierro que existen. Así pues la espirulina tiene tanto contenido de hierro gramo por gramo como la carne de vaca, que siempre se ha considerado como una muy alta fuente de hierro. Sin embargo el hierro en la espirulina, la cual se come cruda, se encuentra en estado orgánico, vivo, y por tanto es mucho más asimilable para el cuerpo humano que el hierro que ha sido desnaturalizado por la cocción de los alimentos, el cual en estado inorgánico difícilmente es procesado.

La espirulina está repleta de antioxidantes, los cuales previenen el envejecimiento y el daño celular causado por los radicales libres. Entre estos se encuentran el beta caroteno, la clorofila, la ficocianina, la zeaxantina y el superoxido dismutasa. Citando un estudio científico: “Una de las enzimas antioxidantes más importante es la superóxido dismutasa o SOD. La SOD es verdaderamente el mecanismo maestro de defensa de las células para atrapar a los radicales libres y prevenir las enfermedades (Orr WC, Sohal RS. Extensión of life-span by overexpression of superoxide dismutase and catalase in Drosophila melanogaster. Science. 1994;263 (5150): 1128-30)”.

Estos antioxidantes y pigmentos protegen igualmente de los rayos ultravioleta. La espirulina es un alimento prehistórico, uno de los más bajos de la cadena alimenticia, y uno de los primeros que existió en épocas en que la atmósfera aun no se había formado bien y por tanto las plantas desarrollaron por necesidad una gran protección contra los rayos ultravioleta que aun se conserva en los pigmentos de la espirulina y los cuales protegen nuestra piel de rayos nocivos al ingerirla.

Contiene enzimas que ayudan con y estimulan la digestión, numerosas vitaminas del complejo B, incluida la escasa B12 y la niacina, vitaminas A, C, E y K, minerales y sales esenciales para la salud de fácil absorción en el cuerpo, entre ellos zinc, potasio, calcio, magnesio, manganeso, cromo, sodio y fósforo. Es decir una cantidad de nutrientes sorprendente y totalmente inusual en cualquier alimento.

Contiene además el ácido graso esencial acido gamma linoleico presente principalmente en la leche materna, el cual es antiinflamatorio y tiene efectos benéficos en el sistema nervioso.

La espirulina es altamente desintoxicante de metales pesados en el cuerpo debido a componentes como el azufre, los antioxidantes y el calcio spirulan. Esto facilita el trabajo del hígado y el páncreas, libera al cuerpo de toxinas y potencializa el sistema inmune. Se han estudiado clínicamente sus notables efectos en la mejoría del cáncer de páncreas.

También, y no menos importante, la espirulina debido a sus componentes antioxidantes protege mejor que casi cualquier otra sustancia contra los efectos nocivos de la radiación, por ejemplo la radioterapia y las radiaciones por desechos nucleares.

La espirulina tiene una capacidad de absorción de radicales libres (ORAC) de 61900, esto es casi 30 veces la capacidad antioxidante de los arándanos cuyo ORAC es de 2300, y es uno de los alimentos más ricos en antioxidantes existentes.

Por todo lo anterior la espirulina es un gran superalimento que debe incluirse en cualquier dieta para nutrir y para obtener sus numerosos beneficios para la salud, unos de los más grandes y variados proporcionados por cualquier alimento.

La espirulina se puede consumir de varias maneras, en cápsulas o tabletas o en polvo añadiéndolo a un batido, a una sopa o simplemente al agua. Tiene un sabor y olor a algas por supuesto aunque no cambia demasiado el sabor del líquido al que se le añada.

Las dosis recomendadas diarias de spirulina son las siguientes:

-Niños: media a una cucharadita al día o 1 a 3 gramos

-Adultos: 2 cucharaditas al día o 6 gramos

-Dosis atlética: 3 a 5 cucharaditas al dia: 10 a 20 gramos

 

Fuentes de consulta:

Superfoods, Libro de David Wolfe

Terapia Bioquímica Nutricional: http://hector.solorzano.com.mx/053.html

Portal en español sobre la espirulina: http://www.espirulina.es/

Dieta Metabólica: http://www.dietametabolica.es/super-alimento-espirulina.htm

La espirulina como alimento para la desnutrición mundial: http://iimsam.org/images/circulars/spanish/FOLLETO%20PUBLICITARIO%20DEL%20IIMSAM%20VERSION%202010.pdf

 
®Todos los derechos reservados, Salud Ancestral 2016

Las Grasas y los Aceites en la Dieta

por ®Salud Ancestral

Por lo general no se suele prestar mucha atención a las grasas en la dieta, salvo en casos de sobrepeso, pero este podría ser uno de los puntos más cruciales para la salud, contrario a la creencia popular.

Muchos creen, guiados por cierta propaganda nutricional, que deben evitar el consumo de grasas en su dieta para mantener una buena salud y un peso ideal. ¡Pero esto puede no ser cierto, o al menos no del todo cierto!

Ahora, si bien una dieta rica en grasas es necesaria para una buena salud, ya que el cuerpo las necesita para numerosos procesos metabólicos, el tipo de grasas determina si son benéficas o nocivas. Los aceites refinados que más se usan en la cocina y en los alimentos procesados, los aceites industriales comerciales modernos, son altamente nocivos para la salud, puesto que se trata de grasas polinsaturadas químicamente procesadas y algunas hidrogenadas.

Contrario a lo que se ha creído y dicho durante los últimos años acerca de las grasas saturadas,  la evidencia prueba que por el contrario son los aceites polinsaturados industriales refinados, por ejemplo los del aceite de soya o canola o la margarina, los que son altamente insalubres. Estos aceites se vuelven muy rápidamente rancios, se almacenan en las arterias generando enfermedades cardiovasculares, generan deficiencias de vitaminas en el cuerpo y numerosas anomalías en la salud. Si además se les somete a altas temperaturas, para freír por ejemplo, el aceite entonces se degrada al oxidarse y se vuelve altamente tóxico.

En todas las poblaciones donde se han cambiado las grasas saturadas tradicionales de la dieta por las modernas refinadas polinsaturadas se pueden observar consecuentemente grandes estragos en la dentadura y la salud general. Esto fue ampliamente estudiado por el Dr. Weston Price quien en la década de 1930 viajó y estudió numerosas culturas y tribus ancestrales para examinar sus dentaduras y salud general y pudo llegar a conclusiones categóricas sobre la falta de grasas en la dieta o bien la modificación en la ingesta de las grasas ancestrales y sus nefastas consecuencias en la salud.

Se ha tratado desde hace décadas de demonizar a las grasas saturadas como las causantes de las enfermedades modernas y la epidemia de obesidad, pero este puede no ser el caso. O al menos no totalmente, puesto que el consumo de harinas para no ir más lejos, es incluso mucho más nocivo que el consumo de grasas del tipo nocivo y causa aun más problemas de salud y obesidad. Igualmente. el alto consumo de alimentos químicos, refinados, procesados así como azúcares industriales de baja calidad pueden encontrarse en la raíz misma de la obesidad y la enfermedad de las poblaciones modernas. Como resultado, la mayoría de las dietas hoy en día son o muy bajas en grasas benéficas, no cumpliendo las necesidades básicas del cuerpo para conservar una buena salud, o ricas en grasas pero del tipo nocivo en forma de comidas fritas, chatarra y margarinas.

Una de las principales razones de la excelente salud oral y general de la mayoría de poblaciones tradicionales primitivas en comparación con la pésima salud de la población moderna, con un altísimo índice de deterioro dental y enfermedades degenerativas, se encuentra justamente en la proporción de grasas naturales que comían ellos, respecto a la que usualmente comemos hoy en día.

Por supuesto que no todas las fuentes de grasas polinsaturadas son nocivas ni mucho menos, sino que lo son especialmente las que se encuentran en aceites procesados y margarinas. En general algunos alimentos que contienen grasas saturadas o monosaturadas benéficas también contienen grasas polinsaturadas. Solo que en estado crudo, natural y beneficioso, no como nuestros aceites vegetales modernos. Grasas polinsaturadas como el Omega 3 y Omega 6 son de hecho necesarias para el cuerpo humano. Las semillas de chía son una de las mejores fuentes disponibles de Omega 3.

El consumo en porciones generosas diarias de grasas benéficas por tanto no es un suplemento a la dieta sino una necesidad básica y crucial para la salud y la supervivencia de los sistemas corporales.

Fuentes vegetales de grasas de alta calidad necesarios para el cuerpo son el aguacate, el coco, las aceitunas, las nueces de macadamia y del Brasil, los aceites prensados en frío de coco, oliva y ajonjolí.

Así como el motor de un automóvil al cual le falta aceite o se le provee con aceite de baja calidad se daña en poco tiempo, de la misma manera los órganos del cuerpo humano a los que no se les provee suficientes grasas o bien se les proveen grasas de baja calidad se enferman y decaen. El consumo de grasas y aceites de alta calidad en abundancia diariamente es esencial para el mantenimiento de la salud, vitalidad y funcionamiento óptimo del cuerpo humano entero. Son necesarios 3 macronutrientes para el cuerpo: grasa, clorofila y azúcar.

Es decir lo verdaderamente necesario en la dieta natural humana son alimentos como: coco, aguacate, nueces, aceitunas y aceites prensados en frío, vegetales de hoja verde, algas y fruta dulces así como algunas otras frutas ácidas o neutras. La proteína es necesaria solo en bajas dosis, apenas un 1% del total de la dieta y se encuentra sobradamente en los anteriores alimentos, así como un espectro completo de minerales, vitaminas, bacterias probióticas y enzimas digestivas, que igualmente se encuentran en los alimentos mencionados en estado natural inalterado en las proporciones adecuadas para el ser humano. Y por supuesto agua, principalmente la que se encuentra en alimentos vivos, frutas y verduras crudas, así como agua de coco que provee un agua de muy alta calidad con abundancia de electrolitos.

Que la proteína es un micronutriente, necesario en bajas dosis lo prueba de manera contundente la naturaleza misma de dos maneras: primero, la composición de la leche materna es solamente del 1% proteínas,  mientras que el 4 al 5 % son grasas, y aun así permite a un bebé triplicar su peso en unos pocos meses. De estas grasas el 50% aproximadamente son grasas saturadas, mostrándonos aun de manera más clara que este tipo de grasas no solo no son malas como se nos ha hecho creer, sino que además son esenciales para la salud. El tipo de grasas encontrada en la leche materna es principalmente ácidos grasos de cadena media, los mismos encontrados en el coco. Las grasas en la leche materna aportan casi la mitad de las calorías contenidas en ésta además.

Esto desmiente la teoría de que aminoácidos en altas dosis construyen tejidos y masa muscular, y en realidad ese es un proceso fisiológico mucho más complejo en el cual aunque participan aminoácidos como materiales básicos de construcción, en pequeñas cantidades, lo hacen en combinación sinérgica con minerales, vitaminas, grasas, clorofila y azúcares.

Y segundo, los animales más fuertes del mundo como el toro, el caballo y el elefante, los cuales poseen enormes masas musculares, comen principalmente pasto y hierbas que no son fuentes altas de proteína, ni mucho menos, sino de minerales, vitaminas, y clorofila. Sin ir más lejos los animales que tienen aparatos digestivos idénticos al ser humano son los simios, que son frugívoros, y aun así un gorila triplica el peso de cualquier ser humano adulto y también tiene una masa muscular y una fuerza que ningún ser humano podrá jamás alcanzar. En su dieta apenas si hay proteínas, pues consiste principalmente de frutas y hojas.

Es altamente improbable que una persona hoy en día tenga deficiencia de proteínas. Al contrario, lo frecuente es que haya un exceso de ellas y por tanto el hígado y el riñón se encuentren sobrecargados, con todas las consecuencias nefastas para la salud que ello conlleva. En cambio sí es muy probable que haya una deficiencia aguda de grasas saludables, clorofila, minerales y vitaminas en la dieta.

La teoría de las proteínas como macronutrientes carece de una sólida base científica y no concuerda tampoco con lo que nos muestra la naturaleza misma. Se podría decir que es más bien un dogma instaurado en el siglo XX por intereses políticos y económicos que buscaron favorecer la industria de la ganadería, y recientemente la industria de los granos, en especial la soya, subsidiados por el Departamente de Agricultura de los Estados Unidos.

Por otra parte la clorofila es idéntica a la hemoglobina (a excepción de un solo mineral, el hierro) que constituye casi la mitad de la sangre que corre por las venas del cuerpo humano, y por tanto provee oxígeno y material de construcción para las células. Todos los animales frugívoros comen abundancia de clorofila en sus dietas y es en base a ella, a las grasas, minerales y vitaminas y no a una gran cantidad de proteína en la dieta como construyen naturalmente una gran masa muscular.

Los azúcares naturales o carbohidratos simples proveen el combustible de corto plazo para los requerimientos diarios momentáneos del cuerpo de una persona, y esos se encuentran básicamente en las frutas. Los carbohidratos complejos tales como cereales, granos, harinas, son innecesarios y no son naturales, ya que para que el hombre los pueda comer debe cocinarlos y procesarlos. Son de difícil digestión y se encuentran a la cabeza como responsables de los problemas de salud y obesidad ocasionados por los picos de azúcar en la sangre que genera su consumo.

Con esta información podemos revaluar la caduca pirámide nutricional del siglo XX, que nada tiene que ver con los requerimientos verdaderos naturales del hombre, en favor de un círculo armonioso dividido equitativamente en tres macronutrientes esenciales, grasas, clorofila y azúcares, y completado con aminoácidos, vitaminas, minerales y enzimas, basado en la observación de la fisionomía humana natural y su lugar dentro del entorno del ecosistema.

 

Fuentes de consulta:

– La Antidieta, libro de Harvey y Marylin Diamond
-Vida Sana, libro de Harvey y Marylin Diamond
-Superfoods, libro de David Wolfe
– The Sunfood Diet Success System, libro de David Wolfe
– The Sunfood Diet Success System, libro de David Wolfe
– La Gran Mentira de la Nutrición, libro de Carlos Abehsera
-Coconut Research Center, portal de investigación ciéntífico y médico, http://www.coconutresearchcenter.org
-Discovery DSalud, Portal médico y nutricional, http://www.dsalud.com

 

 

®Todos los derechos reservados, Salud Ancestral 2016