por ®Salud Ancestral
Intente dejar de respirar por un minuto. ¿Qué sucede? Probablemente no alcanzará a pasar un minuto completo sin respirar, sino unos cuantos segundos, ya que se trata del proceso más vital del cuerpo humano. ¡En promedio respiramos aproximadamente 15 veces por minuto y 21.600 veces al día!
El oxígeno es lo más básico que necesitamos para vivir. Y aunque la comida, el agua, el Sol, el descanso y muchos otros factores son determinantes para la salud y para la vida no hay ningún otro elemento como el aire que precisemos con tanta necesidad y urgencia, segundo a segundo literalmente. De hecho, y por increíble que parezca, ¡consumimos más peso en aire que en alimentos y líquidos combinados!
Por eso Hipócrates, padre de la medicina, llamó al aire “el primero de los alimentos”. Por tanto, debemos prestar mucha atención a la respiración, ya que solemos pasarla por alto y darla por sentado, puesto que se realiza de manera automática. Algunos incluso huyen del aire fresco como si fuera un peligro, encerrándose o cubriendo sus narices, ignorando que así están atentando contra las bases mismas de la salud y la vida.
Pero sin duda podemos hacer ahora de nuevo este proceso de respiración algo sano, natural y consciente e influir en él para que sea un aliado de nuestra salud y bienestar y no por el contrario que una mala respiración, como es usual, obre en detrimento nuestro.
Antes de proseguir citaremos algunos de los más importantes beneficios para la salud de la respiración profunda, libre y correcta:
- Disminuye el estrés
- Se liberan endorfinas que aumentan la sensación de relajación y bienestar
- Se eliminan toxinas
- Aumentan los niveles de energía
- Mejora la concentración y el nivel de consciencia
- Aumenta el nivel de oxígeno en la sangre
- Ayuda al corazón y al sistema cardiovascular
- Mejora la digestión
- Estimula el sistema linfático
- Promueve la alcalinidad
- Aumenta la capacidad pulmonar y fortalece el sistema respiratorio
Es importante, para comenzar, que la respiración sea profunda, lenta y rítmica. Si es superficial, rápida e irregular entonces se alteran los ritmos cerebrales y metabólicos produciendo desequilibrio emocional y físico. La respiración superficial genera tensión en el cuerpo y en la mente. La respiración profunda activa la respuesta parasimpática, mientras que la respiración superficial activa la respuesta simpática, asociada a la liberación de hormonas del estrés.
A la inversa, la calidad de el ánimo y los pensamientos determina nuestra respiración. Así una mente cargada de problemas, estrés o miedo tenderá a generar una respiración superficial, entrecortada, rápida e inconsciente, con todas las consecuencias negativas que ello conlleva. El sistema nervioso y el sistema respiratorio están completamente ligados. Para cuidar nuestra respiración también debemos por tanto cuidar de nuestra mente y emociones.
El ritmo de la respiración está íntimamente ligado a todos los sistemas corporales e influye en todo el cuerpo: el metabolismo, el cerebro, el ánimo, la segregación de hormonas entre otros. Los pulmones están en estrecha relación con el fluido linfático y este a su vez incide sobre el sistema inmune. ¡Nada está separado, todo trabaja en conjunto! Respiración y vida son uno, la respiración es el aliento de la vida y la que determina su ritmo en buena parte.
¡Respirar conscientemente nos vuelve plenamente conscientes de estar vivos!
La respiración regula los niveles de energía en el cuerpo, ya que de ella depende el oxígeno que llega a las células y de ello depende a su vez en gran parte la cantidad de energía que se puede generar y que el cuerpo tiene disponible. Una respiración lenta está además asociada a la longevidad. Por ejemplo, la longeva tortuga gigante respira solo 4 veces por minuto, en contraste con el ser humano que respira unas 15 veces por minuto.
Al respirar el cuerpo se alcaliniza y desintoxica de ácido carbónico que se acumula en la sangre y la linfa. Para esto es importante que cada vez exhalemos el aire inspirado completamente.
En el cerebro la falta de oxígeno conduce a problemas cognitivos, de concentración y de memoria. Así mismo, en ausencia de suficiente oxígeno el cerebro se aletarga y disminuye el nivel de consciencia. La oxigenación correcta del cuerpo através de una respiración profunda y libre es pues vital para la salud cerebral y mental de las personas.
Es importante pues la manera en que respiramos, como acabamos de exponer, pero también la calidad del aire que respiramos. No es lo mismo respirar aire contaminado o encerrado, cargado de CO2 o de partículas tóxicas que respirar un aire limpio que circula libremente en un espacio abierto. De ahí la importancia de tener contacto con entornos naturales constantemente.
Es importante por ello pasar tiempo al aire libre cada día. Especialmente si tenemos acceso a lugares naturales o al menos un parque donde respiremos una mejor calidad de aire. En las ciudades, y especialmente aquellas zonas cercanas a grandes avenidas o a zonas industriales se respira un aire denso, contaminado, que no favorece la salud.
El aire que viene del mar es, en cambio, especialmente beneficioso, pues está cargado de iones negativos y ha sido purificado por el océano. Es un aire muy limpio y energizante. Igualmente, el aire proveniente de las montañas también resulta ideal.
Mantener las habitaciones de la casa bien ventiladas durante el día y la noche es clave, e hiperventilarlas justo antes de ir a dormir resulta igualmente necesario, para que durante el sueño el cuerpo tenga suficiente oxígeno y pueda cumplir su labor reparadora.
El ejercicio, por otra parte, sin duda contribuye a una mejor oxigenación del cuerpo y de las células. Por un lado, el ejercicio nos obliga a respirar con mayor intensidad y a recibir más aire ya que el cuerpo en actividad aumenta sus demandas de oxígeno. Por otra parte, al mejorar la circulación también hace que llegue más oxígeno a las células a través de la irrigación sanguínea. Es bueno pues, para que el cuerpo y las células tengan una óptima oxigenación, practicar seguido algún ejercicio o deporte. Si se hace al aire libre tanto mejor. Este tema lo tratamos en más profundidad en nuestro artículo Movimiento y reposo, pilares fundamentales de la salud: https://saludancestralblog.wordpress.com/2019/05/17/movimiento-y-reposo-pilares-fundamentales-de-la-salud/
Pero las células mismas también respiran, no solo el cuerpo en conjunto. Las células precisan oxígeno para vivir, al menos las células sanas. Ese proceso de respiración celular depende de la respiración de oxígeno a través del aire, pero también de la circulación sanguínea y la asimilación y digestión de nutrientes.
La falta de oxígeno a nivel celular se encuentra en la base de la mayoría de enfermedades. Es solo en ambientes sin oxígeno donde los microbios patógenos, como virus y bacterias nocivos, pueden proliferar y donde enfermedades crónicas graves como el cáncer se generan.
Ya hace casi un siglo el Dr. Otto Warburg obtuvo el premio nobel de medicina por descubrir que es en ambientes anaeróbicos y ácidos donde el cáncer prolifera. La hipoxia o falta de oxígeno y la acidez son causantes de primer orden de cada enfermedad. Citando a continuación al doctor Warburg:
«La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de la misma moneda. Cuando usted tiene una, usted tiene la otra. Privar a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirlas en cancerosas»
«Todas las enfermedades son ácidas y donde hay oxígeno y alcalinidad no pueden existir enfermedades, incluido el cáncer».
Por tanto la investigación del Dr. Otto Warburg solo nos confirma lo que ya es evidente al observar simplemente la constitución y necesidades naturales humanas, a saber que una respiración adecuada y una alimentación natural son las bases mismas que sostienen la salud.
La alimentación alcalina está estrechamente relacionada a la respiración celular. Un entorno alcalino atrae el oxígeno a la célula mientras que uno ácido se vuele rápidamente anaeróbico. Por tanto, es bueno evitar alimentos que acidifiquen el organismo, como los alimentos procesados, y consumir aquellos que son alcalinos, en especial los vegetales de hoja verde y las frutas frescas. En la dieta natural humana estos alimentos abundan y son la base misma de ésta. En el alejamiento de lo natural encontramos siempre la razón de los desequilibrios y enfermedades humanas, y podemos ahora entender por lo tanto, porqué la humanidad actual se encuentra en el lamentable estado de salud física y mental en que se encuentra.
La oxigenación se da también a nivel de la sangre. Aquí juega un papel fundamental la clorofila, la cual es idéntica a la hemoglobina, salvo que la clorofila tiene una molécula de magnesio en lugar de una de hierro. El hierro también es esencial para transportar el oxígeno en la sangre hacia las células. Un alimento ideal es la espirulina que contiene altísimas dosis de clorofila y hierro, además de gran cantidad de minerales, vitaminas y oligoelementos. Al consumirla oxigenamos la sangre poderosamente. La clorofila, además de oxigenar la sangre y mejorar la condición del sistema cardiovascular también eleva el intercambio básico de nitrógeno en el proceso de la respiración.
Igualmente, la piel se puede decir que respira. Porque, aunque no es por allí por donde penetra el oxígeno al cuerpo principalmente (apenas un 1% penetra por la piel) las células a través de los poros de la piel mantienen un intercambio constante con su entorno. Al aislar la piel, con ropa hecha de fibras sintéticas que no respiran o con demasiada ropa, se entorpece este intercambio natural, en el cual la piel respira asimilando oxígeno directamente, manteniendo poblaciones de bacterias benéficas, generando vitamina D y liberando toxinas. Por eso una persona se siente libre cuando está ligera de ropas y más aun cuando está en la playa expuesta directamente al Sol y a la brisa marina. La piel es el órgano más grande del cuerpo y conviene cuidarlo y mantenerlo bien oxigenado siempre. Por tanto, evitar las fibras sintéticas en la ropa y exponer la mayor parte del cuerpo posible a diario al aire favorece la oxigenación y la salud en general.
En cuanto a la correcta manera de respirar: se debe respirar por la nariz siempre, no por la boca. Al hacerlo por la boca se vacían totalmente los pulmones de CO2 y es necesario que permanezca en los pulmones un pequeño volumen de este para mantener el balance adecuado en la respiración. Además de eso los pelos y la mucosa dentro de la nariz cumplen la función de filtrar las partículas tóxicas en el aire. Así que si respiramos por la boca lo hacemos sin ningún filtro y todos los posibles contaminantes en el aire penetran así directamente a los pulmones. No estamos diseñados naturalmente para respirar a través de la boca, sino de la nariz. Respirar por la boca se asocia a diversos problemas y enfermedades como ronquidos, apnea del sueño, problemas en la boca y los dientes, infecciones respiratorias, problemas posturales y dolores derivados y otras.
La respiración correcta y profunda es abdominal, no solo toráxica o clavicular, como es frecuente. Durante la respiración abdominal o diafragmática profunda el vientre se ensancha y el diafragma baja, obteniendo una cantidad de oxígeno mucho mayor que en la respiración superficial habitual. Así mismo con la respiración abdominal el oxígeno puede penetrar a las partes más profundas de los pulmones, mientras que con la respiración clavicular superficial el oxígeno no llega hasta allí. Es por esto que es necesario hacer de la respiración algo consciente.
Y aunque siempre es bueno respirar libremente, sin trabas ni nada que obstaculice este proceso también es cierto que es bueno cubrir la nariz en algunas pocas ocasiones, como cuando hay contaminación o cuando el aire es demasiado frío. Llenar de aire contaminado los pulmones o bien de aire muy frío sin duda no es una buena idea para la salud. En estos casos es mejor cubrir la nariz con una bufanda o en ocasiones que lo ameriten, por el alto grado de contaminación, con una mascarilla. En cambio, para evitar contagios de enfermedades infecciosas resulta completamente inútil tratar de cubrir la nariz y la boca con mascarillas, debido a que los microbios son omnipresentes y no es posible aislarse de ellos y a que igualmente son tan pequeños que pasan derecho a través del tejido de la mascarilla. Además de eso al cubrir la nariz y la boca con mascarillas generamos numerosos e importantes problemas para la salud como son: disminución de la cantidad de oxígeno que entra a los pulmones, respiración del propio tóxico CO2, generación de ambientes húmedos, cálidos y sucios donde proliferan los virus, hongos y bacterias patógenos. Por tanto, al usar mascarillas estamos afectando de esa manera profundamente la respiración y toda la salud y no resulta un hábito o práctica inteligente ni médicamente correcto.
Ni que decir que es indispensable para una correcta respiración y oxigenación mantenerse alejado todo lo posible de humo contaminante, en especial de cigarrillos, de fábricas y de autos. Fumar (o respirar el humo de cigarrillos aunque uno no los fume) altera por completo el ciclo de la respiración y contamina y debilita los pulmones, y por ende afecta el sistema nervioso y acidifica el cuerpo. Resulta inteligente por tanto mantenerse alejado de tales hábitos. Es cierto que al fumar se establece cierto ritmo de respiración, de inhalación y exhalación, con frecuencia más profundo que el habitual, y esto puede dar una sensación de relajación al fumador, y esto es parte de lo que genera adicción. Sin embargo, es preciso realizar esta respiración rítmica y profunda de manera libre, consciente y sin humo ni todas las sustancias contaminantes que contiene un cigarrillo.
En cambio, es posible aprovechar la respiración para potenciar la salud o para mejorar enfermedades haciendo uso de la inhalación de aceites esenciales. A través de la nariz pueden penetrar las muy volátiles moléculas de los aceites esenciales en el cerebro y en todo el sistema corporal ejerciendo muy notables efectos. Estos aceites son la alta medicina de la antigüedad y tienen propiedades únicas que los hacen medicamentos naturales extremadamente efectivos y poderosos. La inhalación de aceites esenciales puede potenciar o sanar el sistema respiratorio, pero también todos los sistemas, incluido el digestivo y el cardiovascular. Y así proporcionamos también gran deleite al sentido ligado a nuestra respiración, el sentido del olfato, que estrechamente unido al sistema límbico en el cerebro da origen a emociones positivas y sensaciones de bienestar y tranquilidad. Para leer sobre todas las propiedades y beneficios de los aceites esenciales leer nuestro artículo Aceites esenciales, perfecta medicina y deleite natural: https://saludancestralblog.wordpress.com/2020/01/28/aceites-esenciales-perfecta-medicina-y-deleite-natural/
En conclusión, debemos prestar mucha atención al proceso de respiración y de oxigenación para mantener nuestra salud. Nunca debemos darlo simplemente por sentado, ya que no estamos viviendo hoy en día en entornos ni bajo condiciones naturales ya, donde efectivamente podríamos olvidarnos de esto sin más. Tampoco debemos dañar el proceso de oxigenación del cuerpo ni de las células jamás a través de hábitos erróneos como son una respiración deficiente, el uso innecesario o prolongado de mascarillas, el vivir siempre en entornos encerrados o con aire contaminado, comer dietas acidificantes, o ser sedentarios, entre otras prácticas totalmente contrarias a la salud, las cuales hemos comentado en este artículo.
Respirar y vivir, dos caras de la misma moneda. Si optamos por respirar correctamente entonces podremos propiciar de raíz una vida plena y saludable.
Fuentes de consulta:
- Vida Sana, libro de Harvey y Marylin Diamond
- Longevity Now, libro de David Wolfe
- The Sunfood Diet Success System, libro de David Wolfe
- La Salud por la Naturaleza, libro de Rafael Lezaeta
- Cómo la respiración logra calmar a la mente, articulo del Dr. Mercola:
- Otto Warburg. La respiración celular y el cáncer:
https://masalladepangea.blogspot.com/2012/12/otto-warburg-la-causa-primaria-y-la_14.html
- Cómo puede mejorar tu salud la respiración profunda
https://www.saludterapia.com/articulos/a/3043-respiracion-profunda-beneficios-salud.html
- Tipos de respiración: diafragmática, torácica y clavicular, artículo:
https://viviendolasalud.com/cuerpo-y-mente/tipos-de-respiracion
- Staphylococcus, streptococcus, neiserias y bacillus son, al menos, cuatro de las bacterias que se pueden encontrar en las mascarillas, por Marisa García Alonso, farmacéutica y analista clínica
- La Salud y la Respiración Óptima:
- Clorofila, la sangre verde, artículo del portal médico Discovery Salud:
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